

Historia de la Capellanía
La capellanía es una profesión que data desde milenios y los registros muestran que los imperios tales como Babilonia, Persia, Grecia y Roma contaban con capellanes que se encargaban de atender las necesidades emocionales y espirituales de los emperadores, militares y demás miembros de la aristocracia. En la religión cristiana desde el quinto siglo de la Era Común se comienza a notar que lideres religiosos fueron apartados para casi exclusivamente servir al emperador y a los miembros de su gobierno.
Tradicionalmente dentro del cristianismo se cree que oficialmente la capellanía tiene su origen en la persona de San Martín de Tour, quien nació el 316 d. c. en Panonia, una provincia Romana de ese entonces y que actualmente es parte de Hungría. Al igual que sus progenitores, Martín de joven seguía la religión politeísta. Al cumplir 16 años se enlistó en las fuerzas militares romanas donde se destacó como soldado y oficial. Se cuenta que a la edad de 21 años la tropa que él comandaba fue enviada a Amiens de Gaul, lo que hoy es Francia, y mientras estaba allí, una noche muy fría, él salió a caminar fuera del campamento y notó a un hombre mendigo quien suplicaba que le ayudaran pero en general era ignorado por los transeúntes. Martín no tenía nada que ofrecerle a este hombre, ya que, solo tenía consigo la capa que llevaba puesta, pero sin pensarlo dos veces, él se acercó al mendigo y después de romper su capa en dos, le ofreció una mitad a este hombre y él conservó el resto de ella. Esa misma noche, sigue la creencia, Martín tuvo una visión donde se le reveló que éste mendigo, en realidad era Jesucristo mismo.
Esta visión le perturbó grandemente y motivado por esa experiencia religiosa, él decidió hacerse cristiano y más tarde fue bautizado por el Obispo San Hilario. Al compartir su testimonio muchas personas aceptaron el cristianismo y más tarde la mitad de la capa que San Martín de Tour retuvo consigo, se convirtió en una reliquia y en un símbolo recordatorio del encuentro que él tuvo con el Señor Jesucristo. Esta mitad de la capa fue guardada en un baúl o cofre especial llamado Cappella o Capella. De allí viene el término capilla, que literalmente significa, el lugar donde se encuentra la capa. La persona encargada de proteger la capa era el Capellanus, que en español es Capellán. De allí se desprende la idea de que los capellanes, están encargados de compartir y ofrecer el amor de Dios a todos aquellos que estén en necesidad.
Los capellanes, hombres y mujeres que responden a un llamado de Dios a compartir el amor, la paz, la gracia, la fe y la esperanza. Este llamado divino es confirmado por la Iglesia quien les aparta o separa para este sagrado ministerio y les equipa para el cumplimiento de la misión. La seriedad, magnitud y alcance del ministerio de la capellanía llama por una preparación intensa y extensa en las ciencias religiosas, en el estudio de las relaciones humanas, en el estudio de la personalidad y conducta del ser humano. Estos hombres y mujeres aceptan el cometido de convertirse en instrumentos de Dios en su proceso de restaurar la salud mental, física, social y espiritual.
Los capellanes, comprometidos al servicio de la humanidad a través de la sanidad, sostenimiento, consejería y reconciliación, prestan sus labores como representantes de Dios en instituciones tales como los estamentos militares, centros de enseñanza, prisiones, hospitales, geriátricos, y demás instituciones gubernamentales.


